
En Europa es considerado el mejor jugador de hockey sobre patines de todos los tiempos. Eligió el Mundial 1978 que se celebró en San Juan para despedirse.
El portugués António José Parreira do Livramento era un artista, un malabarista del hockey que la provincia tuvo el privilegio de disfrutar en los Mundiales de 1970 y 1978. Precisamente ese año, decidió jugar su última Copa del Mundo y despedirse junto a otras figuras de la época, como el español Ramón Nogué y el sanjuanino Raúl Martinazzo.
Más conocido como António Livramento, lo apodaban “El Fenómeno” por su enorme calidad como jugador. Un distinto que deleitó con su juego en todas las canchas del mundo durante las décadas del 60’ y 70’.
Integró la Selección de su país desde 1961. Jugó 209 partidos y convirtió 425 goles.
En sus años de adolescencia, jugaba al fútbol en Venda Nova, cerca de de Lisboa, pero un entrenador vio que tenía más condiciones para jugar al hockey sobre patines y se lo propuso. Al principio se negó, pero ante la insistencia accedió a una prueba dejando al fútbol en un segundo plano. En 1959, Benfica lo contrató. A los 16 años fue convocado a la Selección juvenil y debutó marcando tres goles. Fue elegido mejor jugador del torneo y goleador.
En 1961, fue convocado por primera vez a la Selección mayor y al año siguiente, junto a otro grande, Adriao, arrasaron en el torneo ecuménico de Santiago de Chile y se consagraron campeones mundiales.
Livramento fue una verdadera pesadilla para España. Argentina también sufrió su enorme calidad en la cancha en el Mundial de Chile 1962 cuando “El Fenómeno”, recogió la bocha detrás del arco y tras gambetear a todo el equipo dirigido por Santos Álvarez, convirtió el gol provocando el delirio del estadio. Profundamente emocionado por la proeza, pidió el cambio.
El tercer Mundial que ganó fue el de Lisboa 1974 ante España, el mismo rival en la final de 1968.
En el 78’, tras conquistar el bronce ante Alemania en tierras sanjuaninas, decidió que aquel, había sido su último Mundial.
Como entrenador de la Selección portuguesa, conquistó los títulos de Barcelos 1982 e Italia 1993 pero no pudo hacer triplete en Recife 1995, porque Argentina se lo impidió con la goleada por 5 a 1 en la final.
El 7 de junio de 1999, con 55 años, falleció como consecuencia de una trombosis cerebral. Antes, no sólo ganó todo lo que se le puso en el camino como jugador y director técnico, sino que marcó una época con su sello de exquisito y talentoso hockista.»
in www.sanjuan8.com
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